Cali, Colombia.



Barrio Petecuy I, la experiencia.


Cuando llegué a Cali tuve la suerte de contactarme con Luis, quien además de ser mi anfitrión durante más de dos semanas, me abrió las puertas al mundo caicediano, contándome detalles, prestándome material y compartiendo conmigo todo lo que sabía sobre el mundo del arte y la poesía caleña.
Pero además, gracias a él conocí a Gustavo, un chico nacido en el barrio Petecuy I a la orilla del río Cauca, un lugar atravesado por un gran corredor de pobreza y uno de los más peligrosos de la ciudad. Gustavo lleva adelante BiblioGheto, un espacio para niños y adolescentes del barrio cuya misión es sacar a los niños de las calles y acercarlos a la lectura, el cine y el arte. Junto a él, más de 20 chicos de entre 15 y 25 años trabajan todos los días entregando infancia.






“Cambiamos los domingos de este barrio”, me dice Gustavo y me cuenta que todos los fines de semana el barrio se convertía en un lugar demasiado peligroso, con gente armada, y la violencia era cosa corriente. Tanto, que los niños no podían salir de sus casas. Me cuenta su historia mientras atravesamos la barriada y repartimos folletos a los niños y las madres, invitándolos a una actividad por el día del libro. Los chicos identifican a Gustavo como un referente y apenas lo ven pasar corren a abrazarlo. Saben que cada vez que aparece hay algo para ellos.

Gustavo me invitó a participar del día del Libro, que iba a festejarse al otro día en la salita que tienen en el barrio Petecuy, con niños de todos los colegios. Así que me fui para allá, con mis plaquetas en mano y con mucha ilusión porque nunca había participado de actividades con niños y no sabía si tenía la capacidad de atraer a un público tan intenso.





Fue una mañana inolvidable: leímos poesía, charlamos y los chicos presentaron una obra de teatro en donde los niños tenían que reconocer ciertos males comunes de la sociedad como la prostitución, la droga. Pero también los sicarios estaban representados, algo que me pareció muy fuerte pero que para ellos es cuestión de todos los días.




Mi elegida para ese día fue Maru Paii, porque estaba segura que a los niños les iba a gustar escucharla. Y así fue. Inclusive ellos mismos se pararon y se pusieron a leer en voz alta. Empezamos un juego de tonos: lo que más les llamó la atención fue mi acento. Les preguntaba qué sabían de Argentina, y el futbol fue el tema elegido por unanimidad. Cuando todo terminó muchos de ellos se acercaron para pedirme que pronuncie sus nombres con mi acento. Claro, hablo igual que las niñas de Patito Feo, así que fui furor.



Fue una gran experiencia para el proyecto (la colección completa descansa en los anaqueles de BiblioGhetto) pero también para mí, en particular, conociendo la Colombia que pocos viajeros tienen oportunidad de ver.

1 comments:

Flow said...

Hola fans de P:L:U:P:
genial la experiencia k vivio JAVIERA PS en Cali, los invito a k miren un videito que hicimos juntos en Cali donde Javiera actua, pillenlo en este enlace
http://www.youtube.com/watch?v=x4893eL1qdA&feature=channel
si no pueden lo encuentran en esta dire: youtube/com/urxux
ciao y un abrazo

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