Martín Furlong // Sodámbulo

Rin me llamó al mediodía para comentarme que su vecino finalmente había muerto. Y que el final del juego no es sino volver a empezar.

–Los oficiales estuvieron acá toda la mañana y no hicieron más que tomarse lo que quedaba del jugo. Y encima faltan medialunas, así que se hicieron los vivos. Te dejo porque voy a salir a comprar más antes de que se levante Mabel.

–¿Sigue durmiendo?

–Obvio.

Algo debió haberlo demorado porque recién cuando yo llegaba a la esquina lo vi a Rin saliendo de la casa. Y en la entrada, cuando empujé la vieja puerta de hierro oxidado, noté que la cantidad de sifones que últimamente había estado esperando en el pasillo ya no estaba más. Confiscados, evidencia, para el vino. Caminé lentamente por ese pasillo y recordé el placer de vivir en ese barrio de casas antiguas, de calles que habían sido hechas para caminar; una burbuja en Capital aislada de avenidas cortantes. La puerta de Rin se abría con otra patada.

Mabel dormía y su marido no estaba. ¿Era correcto eso? Fui a la cocina a buscar comida pero claro, luego me acordé de las medialunas, del jugo, de los oficiales y del vecino. Me puse a preparar mate para tener una excusa y lo dejé listo sobre el mantel con la silla un poco torcida para aparentar. En la casa no había relojes. ¿Cuánto tiempo más hasta que llegase Rin? Tenía que ir para el dormitorio pero el libro sobre la silla me detuvo. Camus. Le Mythe de Sisyphe. La filosofía del absurdo, nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos. ¿Qué alternativa hay al suicidio? Ah Rin siempre con lo mismo. Lo agarré, estaba escrito en francés, volví a dejarlo en la silla. Pero de adentró cayó un papel arrugado y roto que tal vez no hubiese levantado de ese piso mugroso de no haber sido porque había escuchado ruidos de alguien que se aproximaba. Y Mabel me agarró con el papel en la mano.


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Martin Furlong es egresado y docente del Prof. en Ingles Lenguas Vivas y de la Asociación Argentina de Cultura Inglesa. Escribe y lee para vivir.

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